Recuerdo que cuando vi este jabón, lo primero que me llamó la atención fue su presentación. Una cáscara vegetal de hoja de platanero lo protege, se puede usar como jabonera o para guardar el jabón en los desplazamientos (aunque yo personalmente prefiero usar latitas o bolsas impermeables que se encuentran disponibles precisamente para estos casos) pero en mi caso, la he partido en dos y la uso como decoración dentro del baño ya que desprende un olor genial, propio del jabón que contenía.

Sus ingredientes son sencillos pero todos juntos hacen que el jabón desprenda un aroma muy intenso a flores y especias. Cuando digo que su olor es intenso es una forma suave de decir que durante días, cada vez que alguien entraba en la habitación donde lo guardaba, se percibía claramente el aroma del mismo hasta el punto de tener que prescindir del ambientador en esa zona de la casa.

Si te gusta el olor te encantará, pero si no es el caso no hay forma de disimularlo. Es con diferencia el jabón con más perfume que he tenido en casa (incluyendo los de Kia Ora que son muy olorosos o los de Pacífica que también tienen lo suyo).

Ingredientes: sodium cocoate, parfum, citrus aurantium (Naranja) peel oil, citrus bergamia (Begamota) peel oil expressed, eugenia caryophyllus (Clavo) bud oil, lavandula anguistifolia (Lavanda) oil, pandanus odoratissimus (Kewda) oil, pelargonium graveolens (Geranio) flower oil, pagostemon cablin (Pachuli) leaf oil, benzyl benzoate, coumarín.

El Kewda (kewra o keora) es un extracto destilado de la flor Pandanus macho cuyas principales plantaciones se encuentran en las áreas costeras de Chhatrapur, Rangeilunda, Patrapur y Chikiti (India) y se utiliza para hacer perfumes principalmente. El olor afrutado de la flor con toques de rosa, jacinto y miel es muy apreciado por lo que existen más de 200 fabricas en la zona dedicadas únicamente a su destilación. De la cosmética natural siempre se aprende algo nuevo ;-)

Se supone que es apto para pieles sensibles y secas, promete regenerar, equilibrar y cuidar la piel de todo el cuerpo. También se puede usar como champú.

En mi caso no lo he probado como champú, tengo cosas que me gustan más, pero en el cuerpo si que me ha gustado.

Es un jabón bastante duro (me recuerda en ese aspecto a los jabones de Alepo) no se deshace ni se queda blando, hace una espuma suave y no reseca demasiado pero deja un olor muy potente en la piel.

Jabón ayurvédico de Bergamota de Karawan Authentic

Aunque su apariencia es bastante tosca, es un jabón delicado y me ha gustado lo bien que ayuda a secar granitos y en la cicatrización de heridas (he tenido una quemadura importante porque me saltó la cera caliente y este jabón junto a una cremita de Matarrania me han funcionado muy bien) pero su olor intenso no es para todos los días.

Suelo alternar este jabón con otro con poco olor para no saturar la nariz y terminar cansada de él, por eso me ha durado mucho, pero ya estoy pensando en repetir con otra variedad.

En resumen, un jabón estupendo con un olor que te relaja y despierta a partes iguales. 

Precio (Idun Nature): 5.25€ /100g

Cuando tenemos la piel seca, sensible y con tendencia a irritarse no es fácil acertar con exfoliantes y mascarillas. Muchos de estos productos resecan la piel en exceso o tienen un grano que hace daño y termina dejando la piel más sensible e irritada que antes de su uso, por eso es muy importante tener la oportunidad de probar estos productos en dosis pequeñas antes de lanzarse con tamaños más grandes. 

Siempre he leído buenas opiniones sobre la marca Uvas Frescas pero como cada piel es distinta, para empezar me pareció más sensato comenzar con este Dúo de Belleza compuesto por un sobre de 10ml de Gel Exfoliante Revitalizante y un sobre de 10ml de Mascarilla Nutritiva y la experiencia ha tenido luces y sombras.

Desde la marca nos dicen que "favorece la renovación celular, purifica y afina la textura de la piel sin resecar, para lucir una piel nítida, lisa y resplandeciente".

Como con cualquier exfoliante, se aplica una pequeña cantidad y se da un suave masaje sobre el rostro realizando movimientos circulares. Luego se aclara con agua y listo.

Tiene un olor delicioso a dulce, a frutas, con una textura cremosa de color lechoso y numerosos granos de tamaño fino (como si fuera café molido) que raspan considerablemente para mi piel sensible, dada su alta concentración.

Me gusta la sensación de limpieza que deja en la piel, pero en mi caso tengo que espaciar su uso a 1 vez a la semana o cada 10 días porque de lo contrario me hace daño. Para pieles normales, supongo que se podrá usar con mayor frecuencia. Tampoco puedo hacer un masaje tan prolongado como me gustaría por la misma razón, demasiado para mi piel, pero para una piel normal debe ser un gusto estar un ratito más por el olor tan bueno que desprende y lo suave que deja la piel.

El sobre tiene 10ml que no parece mucho de primeras, pero da para bastantes usos porque con un poquito tienes más que suficiente. Calculo que mínimo da para 5 o 6 aplicaciones (yo llevo 3 y todavía queda medio sobre).

También existe el formato grande de 50 ml, que posiblemente me caducaría en el baño mucho antes de poder terminarlo.

Desde Uvas Frescas nos prometen una "hidratación instantánea, proporcionando a la vez elasticidad y suavidad" y con mi piel seca todo lo que sea hidratación se agradece, lo malo es que lo que se promete no siempre se cumple. 

Se supone que primero exfoliamos el rostro y a continuación aplicamos la mascarilla y la tenemos sobre el rostro 10 minutos. Eso es lo que se supone...

Mi experiencia ha sido mala, muy mala. Sólo he podido usar la mascarilla una vez (aunque en el sobre queda para una segunda aplicación) y tuve que quitármela a los 3 minutos. Me ardía y escocía la cara de tal manera que no podía soportar el dolor!. Conclusión: se supone que este dúo es para todo tipo de pieles, pero la mía, que es sensible y tiene tendencia a irritarse, no puede soportarla.

Para las que sí podáis con ella, aclaro que no tiene ningún olor (ninguno, por más que pongas el producto bajo la nariz), tiene un color blanco/blanco roto y una textura agradable al tacto. No es una mascarilla como las de arcilla que se queda seca y sólida, es de esas que parecen absorberse y desaparecer quedando algunos restos según avanzan los minutos.

Otro punto negativo ha sido su retirada. Puede que sea por retirarla antes de tiempo (no sabría deciros) pero era espantoso porque me resbalaban las manos por la cara y cuando me entró algo de agua en los ojos, ardía que daba gusto. Al final me pasé una toalla de algodón con la esperanza de terminar de una vez y así fue. Mal, muy mal, porque tenía todavía mayor irritación.

Tras el experimento tenía la cara roja como un tomate y tan pero tan sensible que no podía tocarme la piel así que me fui al jardín a buscar una penca de aloe para aplicar un trocito por el rostro.

En resumen, me gustó hasta cierto punto el exfoliante (estoy decida a buscar uno más suave que pueda usar con más frecuencia) pero no como para comprar el formato grande y lógicamente no repetiré con el dúo porque al no poder usar la mascarilla es un desperdicio. Quizás podría volver a intentarlo con la mascarilla en el futuro, en un momento en el que tenga la piel menos irritada, pero siendo realista hay una cantidad considerable de marcas especializadas en pieles sensibles para probar en el mercado como para volver a repetir.

Como veis, mi primer contacto con Uvas Frescas no ha sido lo que esperaba. Demasiadas expectativas, pero no descarto probar otros productos en el futuro. ¡Con lo que me gusta probar cosas nuevas!