Contracturas cervicales y lumbares. Consejos para combatirlas

mayo 14, 2016

¡Hola a todas!

Lo primero, es comentaros que voy a estar ausente esta semana. Por cuestiones laborales, estaré desconectada del blog hasta el día 22, con lo que espero que me disculpéis por no pasarme por vuestros blogs y leeros, pero os prometo que me iré poniendo al día.

Precisamente por este exceso de trabajo y las consecuencias físicas que conlleva, es que he decido hacer esta entrada. Creo que os sonará a todas aquellas que pasáis muchas horas sentadas frente al ordenador, cosiendo frente a una máquina, haciendo planos, estudiando o en cualquier trabajo donde tengáis que mantener en tensión el cuello, los hombros y las caderas sin tener mayor movilidad.

Siempre he escuchado que pasar muchas horas sentada acorta la vida. Hay varias razones médicas de peso para dar la afirmación por cierta, quizás la más importante sea el que pasar más de 6 horas sentada es en sí mismo un importante factor de riesgo cardiovascular, pero también sube el colesterol, la presión arterial o la resistencia a la insulina. 
No es lo único, cuando pasamos muchas horas sentadas, aunque la postura sea correcta, la zona lumbar recoge todo el peso del cuerpo y también se resiente.  

Es común que tras muchas horas de trabajo en tensión aparezcan contracturas, estas son muy dolorosas, yo misma tuve una hace varios años que me llevo a urgencias porque no podía sentarme y luego levantarme (como si tuviera lumbago) y tras una buena inyección y mucho reposo volví a la normalidad.

Si la contractura es en las cervicales, no sólo se ve afectado el movimiento en espalda y cuello, también pueden aparecer mareos (sensación de vértigo) con lo que difícilmente se puede salir de casa, realizar tareas sencillas o incluso levantarte para ir al baño sin ayuda.

Por eso es realmente importante que cuando notemos ciertas sensaciones dolorosas o pequeñas dificultades para movernos, pongamos remedio y nos ayudemos de profesionales para evitar una lesión mayor.

En primer lugar, es importante aplicar calor seco durante 5 o 10 minutos, varias veces al día. Para ello podéis usar:
  •  una manta eléctrica
  •  un paño limpio al que le paséis varias veces la plancha
  •  bolsas frío-calor, que pueden ponerse en el microondas o en agua caliente para calentar el gel que llevan en su interior. Una vez caliente, se envuelven en un paño o en su propia bolsa de tela y se aplican directamente sobre la zona.
  • parches térmicos


Calor seco, con manta eléctrica, sacos térmicos o parches térmicos
Calor seco, con manta eléctrica, sacos térmicos o parches térmicos

El calor seco es muy efectivo y en los primeros momentos puede evitar que la lesión sea mayor, ya que relaja los músculos. Si combinamos esto con ejercicios de estiramiento podemos eliminar la contractura en pocos días.

Si la contractura persiste y toca visitar al  médico, es posible que nos manden analgésicos y antiinflamatorios, combinados con relajantes musculares. Puedo decir por experiencia propia, que los relajantes musculares dan más problemas que ayuda. Es cierto que notas mejoría, el dolor disminuye y te mueves mejor, pero provocan mucha somnolencia (yo no puedo tomarme la pastilla entera, sólo media o no me levanto de la cama hasta el medio día) y si los tomas durante un periodo de tiempo prolongado, pueden provocar tolerancia y dependencia. No creo que tenga que decir lo malo que es llegar a ese punto: la tolerancia implica una mayor dosis para notar efectos y la dependencia la necesidad del cuerpo por tomarlos :-(

En este punto, mi mayor aliado es mi fisioterapeuta. He comprobado que puedo tomar 3 meses de antiinflamatorios y relajantes musculares sin conseguir nada, mientras que 1 sola sesión con mi fisio es suficiente para decir adiós a las contracturas.

Me ha costado mucho encontrar un buen centro de fisioterapia. Dependiendo del lugar, la sesión puede oscilar entre 20-50 euros por 30 minutos de máquinas o en mi caso 90 minutos de masaje y máquinas combinados.

Tras visitar muchas clínicas, elegí un centro especializado en medicina deportiva, donde puedo recibir tratamiento de ozonoterapia, acupuntura, moxibustión y hacer toda clase de rehabilitación. Pago 20 euros por 90 minutos de sesión (40 minutos de masaje y el resto en acupuntura, corrientes, calor y toda clase de aparatos destinados a una mejora rápida y prolongada) y tiene que quedar claro que los masajes no son placenteros. Se sufre, duele y es lógico  ya que hay una lesión. Esa noche apenas puedo dormir porque no sé como colocarme en la cama para sufrir menos, pero al día siguiente estoy mejor y al siguiente mejor y en tres o cuatro días ya no queda nada.

Lo ideal es recibir una segunda sesión pasados 3 o 4 días porque normalmente antes no hay forma de que te toquen. 

Por último, si estamos en un buen centro lo habitual es que el fisioterapeuta nos de una tabla con ejercicios sencillos para aliviar la tensión en momentos de más trabajo o estrés y prolongar los efectos conseguidos en la clínica. Yo los práctico cuando me noto más tensa y así evito que la contractura reaparezca.

Estas últimas semanas he vuelto a sentir dolor en las cervicales y las lumbares (hace más de 1 año que no tenía problemas) y con lo que me espera esta semana, seguramente tendré que visitar a mi fisio, pero ya hoy me estoy aplicando calor seco.  

Después de muchas contracturas y de conocer a muchas compañeras y amigas que también las padecen creo que este es el único consejo que me queda por dar: ¡Cuidado con ponernos en manos de alguien que no esté cualificado! 
Hay muchos lugares dónde la persona que nos atiende  (ya sea dándonos un masaje o poniéndonos los aparatos de la rehabilitación) no está cualificada y eso implica (y hablo desde la experiencia) que podemos sufrir un daño aún mayor del que ya tenemos en nuestra musculatura. En estos casos lo barato puede salirnos muy caro en forma de lesión permanente o crónica, con todo el dolor físico y el gasto económico que eso supone.

Así que ya sabéis, si pasáis muchas horas sentadas intentad levantaos para dar un paseo con alguna excusa, procurad practicar algo de ejercicio físico y cuidad vuestro descanso, que un buen colchón y su inseparable amiga la almohada pueden hacer milagros!!

Y vosotras ¿habéis sufrido alguna contractura?

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11 comentarios

  1. Yo también tengo este problema, así que te agradezco mucho tus consejos.

    Besos

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  2. Qué mal se pasa con las contracturas, yo voy a una fisio para tratar mi rodilla y me cuesta el doble que a ti, pero merece la pena.
    Un beso.

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  3. Yo sufro mucho de cervicales, muy buenos consejos!!!
    Un besito
    Korper Cosmetics:-)

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  4. Qué buen post! Yo hubo una época, tras tener a mi hija pequeña, que sufría mucho de las lumbares. Aprendí a "verlas venir" y, cuando empezaba la molestia, la calmaba con calor local. Porque si lo dejaba, terminaba en el centro de salud pinchándome tranquilizantes "de caballo" que me dejaban "grogui".
    Ya no me dan, imagino que como mis hijas son mayores, mis movimientos cotidianos implican menos el cargar peso. Además, practico más ejercicio y la zona estará más fuerte. En fin, todo influye.
    BESOS!

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  5. Muy buen post y muy buenos consejos! Yo sufro de cervicales y se pasa fatal!
    Un besazo preciosa

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  6. Yo nunca he tenido este tipo de dolor y cruzo los dedos. Agradezco este post porque muchas veces nos olvidamos de lo importante que es tener unas precauciones mínimas para no tener que lamentarnos después. La prevención es básica y el mantenerse activo, también. Ánimo con la semana de trabajo, es sólo eso, una semana, así que ánimo y a por ella! Un beso.

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  7. thanks for sharing this post :)

    visit my blog and maybe follow for follow ?

    I appreciate it :)

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  8. Grandes consejos María.
    Un besazo!

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  9. Madre mía pobre, buen consejo

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  10. Interesante post, tomo nota de tus consejos. Yo tengo contracturas en cuello o espalda al menos una o dos veces al año y aunque no es un dolor muy intenso, si que es bastante incómodo y molesto. Una de las cosas que me ha ayudado mucho a prevenir ha sido cambiar la silla en que me sentaba en el ordenador por otra más cómoda y cambiar mi viejo e incomodísimo sofá por uno nuevo que me permite apoyar bien la espalda y la cabeza en el respaldo.
    Besos!

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  11. Por suerte no las sufro y no sé lo que duelen, tampoco quiero averiguarlo!! Me anoto los consejos, que nunca se sabe. Espero que estes mejor, un besazo!!

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