Mucho se ha escrito sobre esta hidratante de Matarrania, quizás tanto que cuesta pensar que se pueda aportar algo nuevo, pero como cada persona es distinta os dejo mi experiencia por si os sirve de ayuda.
Este verano ha sido el segundo más cálido (solo superado por el verano del 2003) desde 1961 y para quienes tenemos la piel muy sensible y con tendencia a irritarse los extremos no son buenos, ya que notamos en mayor medida la falta de hidratación, pueden aparecen picores y en algunos casos mayor sensibilidad que impide el uso de exfoliantes o de limpiadores.
En mi caso particular, prácticamente estaba descartado el uso de jabón, la doble limpieza, exfoliantes por muy suaves que fuesen y sobre todo notaba los picores y la piel tan pero tan seca que combinaba aceites con más aceites y aún así no era suficiente.
Conociendo mi problema, May, la dueña de la preciosa tienda Mesemia se ofreció a mandarme el producto que yo quisiera (desde aquí, muchísimas gracias!!) y me decidí por esta crema que básicamente es una combinación de aceites que promete hidratar y nutrir las pieles más secas. Junto a esta crema también me envió unas muestras del aceite de germen de arroz de La Albufera y varias muestras de otras hidratantes para que pudiera valorar otras opciones.
Os dejo su instagram (@mesemia_bio) para que podáis ver las cosas tan bonitas que tiene (todas bio) y por cierto, si vivís en Cádiz tenéis la posibilidad de pasar por su tienda física que ha abierto sus puertas hace poquito y es una maravilla.
Hidratante Nutritiva Bio para Pieles Secas de Matarrania |
Como os comentaba al comienzo esta crema es aceite con más aceite, para ser exactos: aceite de oliva, de almendras, de sésamo, de girasol, de rosal silvestre y palmarosa. Todos los aceites son vírgenes de primera prensión en frío y 100% ecológicos. Si a esa mezcla de aceites le añadimos la falta de agua en su composición, nos encontramos frente a una crema bastante densa y con la que es difícil controlar la cantidad durante su aplicación.
No me entendáis mal, es sólida pero blanda y al contacto con los dedos se derrite con mucha facilidad pero es habitual usar demasiada con lo que el rostro puede tardar un tiempo en absorber completamente la cantidad que nos hemos puesto.
Al principio notaba que por mucha cantidad que pusiera no parecía suficiente, no me sentía del todo cómoda... me hacía falta el agua que no tiene. Lo solucioné pulverizando primero hidrolato de manzanilla (o agua termal) y con la piel húmeda aplicaba la crema. Así se usa menos cantidad y en mi caso, encontraba el equilibrio que me hacía falta.
Hidratante para pieles secas de Matarrania, detalle de la textura. |
Ha sido una buena terapia de choque, me ayudó a recuperar el control sobre la piel del rostro y la sequedad desapareció pero no lo hicieron los picores y la irritación. Era evidente que iba por el buen camino pero necesitaba algo diferente y por eso pasé a otra crema de la que os hablaré en breve. Alternando ambas he conseguido volver a tener la piel del rostro completamente controlada, lo que a una le falta lo suple la otra y a la inversa.
Como adelanto, os cuento que su compañera de fatigas es de la marca Martina Gebhardt y juntas son la combinación perfecta ;-)
Nos vemos en la próxima entrada. ¡feliz semana!